La situación de abandono del Mercado Comunitario Municipal, en el que confluyen trabajadores y productores agrupados en cooperativas y organizaciones sociales con el propósito de comercializar sus producciones para que la comunidad pueda acceder a las mismas a precios accesibles, pareciera no ser tema de interés de quienes durante estos casi dos años de gestión del Intendente municipal Walter Cortés, no solo han permitido su desmantelamiento, sino que hasta el momento tampoco se sabe qué es lo que ha ocurrido con el presupuesto asignado por tratarse de un ente autárquico.
Tampoco hay respuestas - ni participación - de quien se supone es la responsable del mismo, la actual Secretaria de Producción, Innovación y Empleo, Silvia Ferrari, a quien se le ha solicitado desde tiempo atrás, que presente su renuncia.
Pero no es la única funcionaria que debiera dar respuestas. La representante en el mismo, por el Concejo Deliberante, la edil Roxana Ferreyra, tampoco se ha ocupado de insistir para conocer cuál es la política que el jefe comunal tiene pensada para el mercado comunitario. Y de hecho renunció a su función hace unas semanas, tras lo cual su par Facundo Blanco Villalba se ofreció para reemplazarla, con el aval del cuerpo en su conjunto.
Un dato que suma a la hora de intentar saber por qué nadie del Ejecutivo responde, es el por qué de la participación ocasional en las reuniones del ente, de Gustavo Ferrari, hermano de Silvia Ferrari, la titular del mismo, quien en estas horas es centro de atención no solo en el ambiente municipal, sino de la ciudad en su conjunto. Se trata de una persona condenada en Guatemala a siete años de prisión acusado de lavado de dinero. Y en Argentina se encuentra procesado por narcotráfico. Nada sorprende a esta altura, cuando, por ejemplo, el domingo pasado en las elecciones legislativas nacionales de medio término, fue electa para representar a los rionegrinos, la actual diputada nacional de LLA, Lorena Villaverde, también vinculada al narcotráfico, con una condena que debió cumplir en los EE.UU.
Pero no nos vayamos de foco. Gustavo Ferrari, es alguien a quien el propio Intendente Cortés, desconoció públicamente horas atrás. Lo irracional de su respuesta es que el personaje en cuestión conduce un vehículo oficial (sin plotear, llamativamente), tiene un espacio físico en la Municipalidad y concurre - o al menos lo hizo hasta que su nombre se hizo público por esta situación - en carcácter de representante del jefe comunal, a distintas reuniones. De hecho, como se menciona más arriba, participaba de las asambleas del Consejo Participativo del mercado comunitario. Eso sí, no está designado y, hasta el momento, nadie sabe si cobra y en calidad de qué.
En esta entrevista, Silvia Devalle, referente indiscutible del espacio que habitan productores de la región, gestora de múltiples acciones en pos de beneficiar ese intercambio con la comunidad, se refirió detalladamente a cada uno de los aspectos citados. A decir verdad, viene denunciando todas las irregularidades desde hace mucho tiempo. Pero a las personas, funcionarios y autoridades, les incomoda escuchar...
Ahora cuesta un poco más hacerse los distraídos. Silvia Ferrari y Gustavo son hermanos. El vínculo entre ellos es de sangre. Difícil desmentirlo. Habrá que esperar si el pedido de informes de la flamante Defensora del Pueblo de Bariloche, Mariana Minuth, quien se hizo eco de esta situación a poco de asumir, sumado al de las organizaciones, al del concejal Leandro Costa Brutten, y a la del nuevo representante en el ente por el Deliberante local, Facundo Blanco Villalba, obtiene alguna respuesta. De lo contrario, Silvia (Devalle) y los demás integrantes de esta organización cooperativa, deberán seguir denunciando a través de los medios de comunicación.
P/ Roxana Arazi
