Para Gustavo Ng, hijo de padre chino, “con aspecto de chino” que asegura no tener “manera de disimular”, con seis viajes concretados a ese país y con uno que quedó pendiente este año por la cuarentena obligatoria producto de la pandemia global por Covid 19, hay características propias de esa nación que Argentina no puede pasar por alto aún en el actual contexto.

Entre lo que considera imprescindibles analizar, aparecen los motivos por los cuales “el país asiático está mucho menos afectado con respecto a otros países” pese a ser el lugar del mundo en donde se habría originado el primer foco de contagio y al impacto que originalmente le ocasionó esta pandemia. Desde su mirada la explicación está no solo en “los fuertes controles sanitarios - y a tiempo - por parte del estado” sino también “en sus políticas de reducción de la pobreza extrema, lo que les ha valido sacar de esa situación a 800 millones de personas”, algo que indudablemente impacta a la hora de evitar poner en riesgo la salud.

Por otra parte asegura que es momento para que Argentina reestablezca los vínculos comerciales porque - opina - nuestro país “tiene cuatro posiciones frente a China: una de resistencia y de rechazo; otra de estar a favor de China y promover la relación; una tercera de estudiar la situación del país asiático y la cuarta y la más fuerte,  la posición de ignorancia” no solo por parte de los representantes del estado argentino sino también de un sector empresarial que “podría estar obteniendo enormes ventajas” comerciales. Para el periodista, Argentina está teniendo una mirada descuidada sobre China como si “no perteneciese al mundo”, ignorando que era el país que “compraba prácticamente toda nuestra producción de soja”, que “está surgiendo a nivel mundial como la primera potencia mundial, nos guste o no nos guste, y que pese a que llevamos 16 años de una alianza muy fuerte que permitió que China se convirtiera en el país al que más le vedíamos, actualmente ese aspecto no se está fortaleciendo”.

Desde su punto de vista, como especialista en las relaciones entre ambas naciones, Gustavo Ng asegura, a modo de ejemplo, que Argentina “podría estar produciendo cerdo en cantidades importantes y vendérselo a China, que es el principal consumidor” de ese producto cárnico.  “Hoy, nuestro país – opinó – no está teniendo la misma posición que cuando gobernaron Néstor (Kirchner) y Cristina (Fernández de Kirchner)”. Sin embargo se muestra esperanzado en el trabajo que pueden llevar adelante el Embajador argentino en China, Luis María Kreckler, un experimentado diplomático con gran experiencia en economía, junto a Sabino Vaca Narvaja, experto en el presente y la historia del gigante asiático, con “una apuesta fuerte” que  permita retomar los vínculos entre ambas naciones.

Antes de finalizar,  tras compartir otros detalles sobre lo que considera necesario retomar en materia de intercambio entre ambos países y que pueden leerse detalladamente en la última edición de http://dangdai.com.ar/ , Gustavo Ng también se refirió al “fenómeno de la ciberliteratura” que se viene produciendo en China a una velocidad inusitada, quizás como parte de lo que se define como “pandemia creativa”. Según explicó “se trata de jóvenes de menos de 30 años que empezaron a escribir en formato folletín pero a través de los celulares, generado un fenómeno literario completamente nuevo que ya cuenta con millones de seguidores”. Y así como hay quienes aseguran, aunque aún nada ni nadie lo pudo demostrar 100 por ciento, que  el Covid19 nació en China,  no quedan dudas que la “ciberliteratura” sí surgió allí y que hasta el momento “no se repite en ningún otro país” del mundo.

Roxana Arazi