TRAVESTI
Una teoría lo suficientemente buena
(…)Acá. Nací en Buenos Aires pero tuve una crianza provinciana y (mis padres) han abrazado a mi hermano y mi hermana también con una sabiduría que hoy…
Me sirve, no solamente a mi autoestima gigante y la insolencia con la que me manejo en este mundo hegemónico y violento sino también, claramente, porque yo no necesité que este mundo me quiera, porque mi mamá y mi papá me quisieron. Por eso yo discuto familias y discuto paternidades y maternidades, porque hay algo ahí que es el primer des-abrazo desde donde no hay retorno, y si hay retorno, posibilidad de emparchar eso nos cuesta tiempo, vida. Y no podemos condenar a una persona a que le cueste vida y tiempo para decir “Yo soy esto”, para andar empoderada por el mundo. Entonces, ese papá y esa mamá abrazaron. Entonces, yo no tuve que luchar contra, como la historia de nuestra hermanas, nuestra compañeras, que tienen que luchar contra ese papá, esa mamá. Somos niñitos expulsados de hogares heterosexuales. O sea: la trava no es un hongo que aparece a los 18, parada en la esquina en alguna zona roja y empiezan ahí las discusiones sobre si está bien, si está mal y todo esto. Son niños expulsados y ahí es donde me parece gigante interpelar esta hegemonía. ¿Alguien se atreve decir que está bien echar a infancias a la calle porque no son como él quiere? Niños, eh, niños. Nadie sabe que detrás de eso después hay una construcción de una humanidad que se levanta contra todo. Ese crimen lo comete esa hegemonía. Las familias son heterosexuales. (…)
La verdad es que busqué la manera de acortar el párrafo para intentar sacar una cita y nada más. Pero es imposible.
Y todo el libro es así.
Travesti – Una teoría lo suficientemente buena (Marlene Wayar, Muchas nueces, 2018) es un libro de esos que se te fija en los huesos, interpelador fundamentalmente para los héteros, pero respetuoso y valiente.
Hay por delante la condición de persona, de ganas de hacer cosas y transitar espacios que normalmente le son vedados. Y hay también la voluntad inequívoca de ser justamente escuchados.
No es un libro de anécdotas.
Es un libro periodístico, de investigación; extrañamente en primera persona pero sobre todo es de divulgación. Una forma más de ir rompiendo el cerco para ser aceptados tal cual deciden ser.
¿Por qué tendría que interesarte leerlo? Porque es una mirada para nada estereotipada, no es sufrida, no existe la posición de “yo, excluído” ni el amaneramiento impuesto. Hay que leerlo porque de otra manera no se puede tener registro de primera mano de cómo son otras vidas que no es la tuya y sobre la que todos se sienten con derecho de levantar el dedito.
Hacelo por favor.
Habla de personas, ni mas ni menos.
Texto de Roberto Szmulewicz, librería El Profe - Dina Huapi - Río Negro