Dióxido de Cloro (DCL): Creencias Vs Ciencia
En Café a la Turca del miércoles 5 de agosto pasado, dos profesionales de Bariloche ofrecieron sus miradas opuestas sobre el Dióxido de Cloro (CDS), compuesto que si bien se difunde y consume desde hace tiempo, en estos momentos en que atravesamos una pandemia producida por Covid 19, ha ganado más adeptos y más detractores. En Café a la Turca (5/08/2020), las distintas argumentaciones a favor y en contra, en la palabra de Verónica Rush (Ing Agrónoma) y Verónica Garea (Ing. Nuclear). Escuchar acá:
Están quienes afirman que es un compuesto para curar gran cantidad de enfermedades y están quienes aseguran que es altamente peligroso para la salud humana.
Los primeros consideran que la industria farmacéutica y los intereses políticos y económicos internacionales no admitirían un producto de bajo costo y accesible para todo el mundo. Quienes indican que se trata de productos tóxicos, no dudan al momento de señalar que no hay ninguna evidencia científica que confirme sus propiedades sino que, por el contrario, demuestran que es nocivo para el consumo humano.
En este programa escuchamos sólo las dos posturas más distantes entre sí - esto contemplando que hay también quienes no están ni a favor ni en contra - habiendo adoptado previamente la decisión de intervenir sólo con preguntas y sin opinión personal para que cada una de las profesionales que participaron, pudieran fundamentar sus posturas.
Para ello convoqué a la Ingeniera Agrónoma Verónica Rusch y a la Ingeniera Nuclear Verónica Garea, ambas residentes en Bariloche y vinculadas al ambiente universitario y científico.
Rusch, quien se define como “una ciudadana de Bariloche que busca vivir con salud, en su concepción integral (física, emocional, mental, espiritual)” y que a través de su profesión se ha “dedicada toda la vida a la investigación en temas de ecología de bosques”, además de haber ejercido como “docente universitaria de bioquímica durante 4 años”, ser “counsellor de profesión” y de interesarse en “estudiar temas de salud, a través de diferentes disciplinas”, se expresó a favor del CDS.
Garea, Directora Ejecutiva de Fundación INVAP, con una maestría en matemática y un doctorado en Física de la Ingeniería (Rensselaer Polytechnic Institute -EEUU), fundamentó su postura en contra del consumo de CDS desde sus “conocimientos como científica e investigaciones por inquietud personal”.
Ambas profesionales fundamentaron sus argumentos y convicciones con absoluto respeto, aunque quedó en evidencia que no existe ningún punto de encuentro entre una postura y la otra.
Cabe mencionar que el 4 de agosto 2020, el día anterior a este Café a la Turca, la ANMAT publicó y difundió una información oficial referida al Dióxido de Cloro a través de la cual recomendó “no consumir medicamentos no autorizados”.
La comunicación cita textualmente que “los productos que se promocionan con esta composición no están autorizados como medicamentos o suplementos dietarios ni cuentan con estudios que demuestren su eficacia” y aclara que “no posee autorización alguna por parte de este organismo para su comercialización y uso”.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), el organismo que tiene como tarea “proteger a la población garantizando que los productos para la salud sean eficaces, seguros y de calidad”, fundamenta su recomendación alegando que: “en base al informe de este año del Organización Panamericana de la Salud (OPS), resulta necesario destacar que la ingesta de dióxido de cloro y el clorito de sodio reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y si se ingieren, pueden causar irritación en el esófago y estómago, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea e intoxicaciones severas, entre otras complicaciones que pueden incluir graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales”.
Agrega que “además, la inhalación puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis, entre otras complicaciones respiratorias como bronquitis crónica y erosiones dentales, así como complicaciones en otros órganos del cuerpo” y que “por ello se advierte a la comunidad no consumir productos que contengan dióxido de cloro o sustancias relacionadas (clorito de sodio, hipoclorito de sodio, lavandina) ya que no hay evidencia científica sobre su eficacia y la ingesta o inhalación de estos productos podría ocasionar graves efectos adversos” ( https://www.argentina.gob.ar/noticias/dioxido-de-cloro-anmat-recomienda-no-consumir-medicamentos-no-autorizados?fbclid=IwAR0ucPuCy2GxXBuRMaPNDpkDXK8MMcn3Gu7VQVOOqK0ApXU9s9R56_DoH-M).
El organismo nacional acompañó esta nueva recomendación recordando un comunicado del año 2016 sobre el producto “MMS –Milagroso suplemento mineral”, un “derivado del clorito de sodio (similar a los actualmente comercializados)” que también “se presentaba como un tratamiento alternativo para varias enfermedades” y sobre el que se aclaraba que “el consumo directo de clorito de sodio, en solución acuosa, puede producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea e intoxicaciones” y agregaba que “no constan registros de inscripción de este producto” (http://www.anmat.gov.ar/comunicados/MMS_Milagroso.pdf ).
Como responsable de la producción y conducción de Café a la Turca, reitero que en este programa la intención fue compartir y poner a consideración de la audiencia cada una de las posturas con sus respectivos argumentos. Sin embargo me permito aclarar, como lo hice al aire ese mismo día, que no forma parte de mis principios promocionar nada que pudiese generar la mínima posibilidad de poner en riesgo la salud de cualquier persona.
Roxana Arazi