La contaminación es nuestra, los barquitos son ajenos
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En la zona de Península San Pedro, ubicada a unos 20 km aproximadamente del centro de la ciudad de Bariloche, uno de los puntos en los que el brazo Tristeza del lago Nahuel Huapi se manifiesta con costas y playas de increíble belleza natural, y en donde siempre hubo alrededor de 5 a 6 embarcaciones pequeñas de habitantes del lugar como parte del paisaje, hoy atracan muchas más. Varias de ellas de gran tamaño y sin ningún tipo de regulación.
Se desconoce a quiénes pertenecen, por qué están en ese lugar - aunque existen sospechas - y, peor aún, nadie ha realizado hasta el momento un estudio de impacto ambiental para conocer qué provoca no solo en la fauna y flora lacustre, sino en la potabilidad del agua que consumen quienes habitan en esa zona y que se capta a través de diferentes bombas instaladas en el propio espejo de agua.
En esta entrevista, Mario Junco, en su calidad de vecino preocupado y ocupado, relató cómo fueron apareciendo en el lugar; los probables motivos, entre ellos que sus propietarios han dejado de pagar el servicio de las guarderías náuticas; que no existe regulación alguna al respecto y, lo más preocupante seguramente, que han podido constatar cómo arrojan los desperdicios de los baños químicos – deshechos humanos y los propios productos que se utilizan en ese tipo de sanitarios – directamente a las aguas del Nahuel Huapi.
Frente a esta situación, el pasado 4 de octubre, el vecino presentó una solicitud de información en el Departamento Provincial del Aguas (DPA) y en la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi, para que indiquen si los propietarios de las embarcaciones cuentan con la debida habilitación para amarrar sus embarcaciones en el lugar y, principalmente, para conocer el grado de potabilidad del agua.
Ninguna de las instituciones ha respondido hasta la fecha.
(Nota: antes de finalizar la entrevista sobre lo que ocurre en la zona de Península San Pedro, también conversamos con Mario Junco, de oficio artesano, cómo está el mercado de quienes viven de la venta de sus productos, en tiempos en los que la afluencia turística a Bariloche, ha disminuido considerablemente. Todo el detalle en este audio).
P/Roxana Arazi