TUP en Bariloche: conocer el pasado quizás hubiese evitado el lamentable presente
Claudio Alonso es transportista; podría decirse que desde la cuna. Hijo de Don Helios Alonso, un hombre que dignificó el oficio y que jamás olvidó que lo más importante de cualquier empresa es el equipo humano, compartió en este Café a la Turca parte de la historia del transporte urbano de pasajeros en Bariloche de la que junto a su padre fueron protagonistas durante muchos años. Escuchalo acá:
Conocer el pasado para comprender el presente no debiera ser una simple frase que repetimos sin tomar real dimensión de lo que puede significar en la vida de cualquier persona y/o lugar y aplica perfectamente a la consolidación de la memoria colectiva, otorgando la posibilidad de poder modificar esos presentes que, en ocasiones, están viciados de injusticias, ilegalidades, actos de corrupción, desigualdades y todo aquello que impide brindar soluciones acordes a la necesidades de un pueblo.
La historia de Bariloche es riquísima y permite ir hilvanando situaciones que confluyen indefectiblemente en el presente. Muchas veces de manera satisfactoria; otras tantas generando malestares y errores que podrían evitarse con decisiones políticas correctas.
Es en esos momentos en los que nos cuesta comprender y aceptar lo que ocurre, cuando nos damos cuenta que mirar hacia atrás en todo momento, hubiese permitido impedir, por ejemplo, que se pasen por alto situaciones que en definitiva perjudican a la mayoría de los habitantes de la comunidad.
Un caso concreto es el transporte urbano de pasajeros. Un servicio esencial en cualquier ciudad del mundo, y sobre el que en Bariloche huelgan - desde hace muchos años - decisiones políticas acordes al crecimiento y a la geografía de la ciudad, y principalmente diseñadas para dar respuesta a la necesidad de los usuarios que, en su gran mayoría son los trabajadores que conforman el engranaje imprescindible para mover cualquier economía.
En esta entrevista para Café a la Turca, la historia comenzó a ser relatada desde los años 70 hasta la actualidad. Sin embargo el servicio urbano de pasajeros tenía ya algunos años de historia previa que, por omisión involuntaria, no fueron citados y que resulta necesario agregarlos:
"En la década de 1930 empezó a circular en Bariloche el primer colectivo, El Serrano, que brindaba servicio interurbano hasta El Bolsón y Esquel. Recién a fines de esa década se creó la empresa CITA, que transportaba turistas por los caminos abiertos en el Parque Nacional bajo la administración de Exequiel Bustillo y estableció rutas regulares a Llao Llao, la estación del ferrocarril y —poco después— a los primeros barrios del Alto (hoy barrio Las Quintas). La sucesora de esta empresa fue la Cooperativa de Transporte Perito Moreno, que tenía una línea al barrio Belgrano.
El principal sustento económico de las empresas de transporte de pasajeros fueron los viajes con turistas. A fines de la década de 1940 Parques Nacionales trajo una flota de ómnibus para desarrollar el turismo social, a la que se sumaron la de la empresa turística Exprinter, provocando la quiebra de aquella cooperativa. Como el transporte urbano no era suficientemente rentable, cuando se crea la empresa Transportes Automotores Mercedes (TAM), combina el servicio urbano con el interurbano a Neuquén". (Fuente: https://cyt-ar.com.ar/cyt-ar/images/3/3c/Transporte_Urbano_de_Pasajeros_en_Bariloche_seg%C3%BAn_Soliv%C3%A9rez.pdf ).
Roxana Arazi