¿La radio o lá radio?. ¿Qué opinás Quique Pesoa?
Hoy, 17 de marzo 2021, se cumple exactamente un mes del Café a la Turca en el que tuve el inmenso placer de conversar prácticamente una hora con Quique Pesoa, ese hombre de radio que, aunque insista en que la radio "NO lo es todo", nunca se aleja de ella!! Un mes demoré; porque me tomé el tiempo para escribir un texto que acompañe este podcast, no como una crónica sino como un dictado de mi corazón. Escuchalo acá:
Pocas personas pueden, frente a un micrófono, hacer reir, llorar, conmover, enojar y reflexionar, todo junto o por separado.
Quique Pesoa es uno de ellos. A través de sus más de 50 años de ejercicio de la profesión/oficio, en distintos escenarios de la comunicación y también del ambiente artístico, así lo ha demostrado y lo sigue haciendo. Con la frescura, espontaneidad y hasta con la incomodidad que pueden generar sus sincericidios, sigue cosechando audiencias que, casi siempre, se quedan con ganas de seguir escuchándolo “un poquito más”. Como ocurrió en este programa. Aunque - hay que decirlo -la "oyentada" pidió otro encuentro y Quique respondió que "mientras se disputen la presencia de uno... todo es posible".
“¿Qué hacés turcaaaa?”; así me saludó al comienzo de la charla - porque estaría mintiendo si dijera que fue una entrevista -, en ese Café a la Turca del miércoles 17 de febrero 2021, como si de verdad me conociera desde aquellos años en que yo lo conocí a él, y así también desestructuró toda posibilidad de una nota radial libretada. Gracias Quique!! Tuve temor de que el recuerdo de tu humor a media asta, el que supe percibir - fuera del aire - en algunos tiempos lejanos en Radio “Belgrado” (Radio Belgrano/ CABA/ mediados de los ‘80), me obligaran a ser quien no soy al aire…y quien no quiero ser!!!
De esa forma, tan espontánea, ya se había creado “el clima”; eso que para Quique es, en definitiva, “hacer radio”. Crear un clima en el que se puedan transmitir sensaciones, comentarios y hasta historias que pueden no ser siempre reales, pero que se vuelven disparadores para ese feedback imprescindible con la audiencia
¿Cómo estás Quiqueeee?, me atreví a preguntarle emulando su confianza. “Bien, dentro de la sencillez del conjunto” respondió haciendo propia una frase que le repetía habitualmente “el Gaucho” Omar Moreno Palacios, reconocido folclorista que había fallecido ese mismo día, horas antes, a los 82 años de edad, y a quien definió como “un amigo, no muyyy amigo, sino simplemente amigo”. “Triste, un poco melanco, pero con cierta alegría por los recuerdos que guardo de él”; ese era su sentir auténtico a pocos minutos de comenzar la charla.
Con el correr de los minutos, y pese a estar convencida de que la radio es su pasión como lo es para mí, ese hombre que alguna vez me dio la mano formalmente para saludarme y me rompió un anillo - sin saberlo hasta este encuentro radial - dejando el acrílico clavado en la comisura que une los dedos con la palma de mi mano, espetó: “A esta altura de la *soirée*, no puedo asegurar que la radio es lá radio….No lo es todo”. Y en ese preciso instante, logró desmoronar esa creencia que tengo, vaya a saber por qué, que la mayoría de quienes ejercemos el oficio de comunicar a través del éter, nunca, jamás, ni por asomo, podremos encontrar una actividad que la suplante!!!. A Quique Pesoa, indudablemente todo lo que se le da la gana hacer, lo hace y lo disfruta!!!
Andar en moto, a “los sesenta y silbido” (SIC), y llegar desde Luján hasta el Machu Pichu con la única experiencia de hacerlo por primera vez en su vida y que además era “prestada” -; emprender luego otro viaje similar pero desde Rosario hasta Brasil; hacer música y presentarse públicamente, por ejemplo junto a Esteban Morgado; estudiar Arquitectura y abandonar; estudiar Medicina y abandonar; estudiar Ingeniería y abandonar; aprender también electricidad, música y pilotear aviones, hasta vender todo lo que tenía junto a “Leda”, su compañera de vida, para trasladarse a San Marcos Sierra (Traslasierra / Córdoba) y montar la hostería La Merced (https://www.lamercedhosteria.com.ar ) -., pero también una radio (porque aunque todo le gusta, y pese a que la radio “no es todo”, lleva la radio a donde vaya…) -, alejado de esas grandes urbes como Buenos Aires y Rosario en las que alcanzó el reconocimiento de audiencias y colegas, todo todo pareciera que lo vive con la misma intensidad. “¿Mirá si me pierdo de vivir algo?”, suele decir. Quique vive y disfruta de la vida porque para él todo depende “un porcentaje del azar y otro porcentaje de la voluntad de cada uno”. Aunque no sabe bien en qué proporción.
Fue casi una hora de radio. Una hora de Café a la Turca. Para mí a pura pasión. Para Quique Pesoa posiblemente haya tenido otra connotación. Sin embargo me permito opinar, querido Quique, que lá radio (así, con tilde), no es como cualquier otra cosa en tu vida; es lá radio!!. Porque a lo largo de la charla quedó en evidencia que nunca te alejaste. Y esa, esa es la prueba irrefutable de que para vos, también es una pasión!!! (Me hace bien seguir aferrada a mi creencia…. Disculpas por mi atrevimiento!!).
Gracias desde el corazón por este encuentro!! Te abrazo Quique Pesoa (por suerte en este caso, estando vos en Córdoba y yo en Bariloche, el distanciamiento en los abrazos - al que aún nos obliga esta pandemia del ocote…- no resulta un problema. Aunque elegiría dártelo en persona!!!)
Roxana Arazi