PASÓ UNA TORMENTA... PERO DE VIENTO PATAGONICO
El Presidente Macri inauguró hoy en Bariloche la ampliación del Gasoducto Cordillerano, en un acto que no tuvo presencia de vecinos.
El Presidente Macri, de saco, camisa, pantalón de vestir y zapatillas, dejó inaugurada hoy la obra de ampliación del Gasoducto Cordillerano. Para el Gobernador Weretilneck es fruto de la gestión de un gobierno federal.
Hace años que no cubro conferencias de prensa ni actos protocolares, excepto algunas raras ocasiones. Y conste que no digo honrosas. Creo que sirven sólo para preguntas mediáticas y respuestas armadas casi sin posibilidad de repreguntar ni profundizar, en el primero de los casos, o para hacer acto de presencia en el segundo. Entonces elijo entrevistas propias, con el tiempo que desee otorgarles y que me permitan los protagonistas.
Pero hoy tuve la necesidad de concurrir a lo que de ante mano se presentaba como una visita efímera, con palabras pre estipuladas (mal podría definir lo que en esta jornada escuché, como un discurso…), tras la anunciada visita a Bariloche del Presidente Mauricio Macri para inaugurar la obra de ampliación del Gasoducto Cordillerano que, anticipadamente también, sabía que se esforzaría por decir que es propia (de su gestión). Lejos de esperar algún anuncio oficial o datos de la realidad económica, política y social por la que atravesamos los argentinos, me interesaba observar in situ la “postal” que se montaría y describirla.
Av. 12 de Octubre y Cabo Campos. Allí debíamos concurrir los periodistas que debimos acreditarnos previamente. La cita era a las 10; más tarde se anunció que sería 10:30 y finalmente, dados los habituales cambios de agenda de los mandatarios (entiéndase por ello llegar a la hora que deseen sin respeto a nada ni a nadie), la convocatoria pasó para las 10:45 de este jueves 3 de enero de 2019. Al llegar, el dispositivo de seguridad dio las indicaciones para estacionar los vehículos de quienes íbamos arribando al lugar. Luego, cuatro largas cuadras por Cabo Campos, nos conducirían hasta el segundo control en donde se nos solicitaron los documentos de identidad, se nos palpó de armas y se nos requisaron nuestras pertenencias. Al punto tal que la agente que abrió mi cartera creo que sintió ganas de conocer hasta la marca de los productos de cosmética que utilizo. Se tomó sus minutos… y en mi cartera se puede encontrar hasta una sopa deshidratada y habitualmente vencida porque sólo la saco a pasear. La agente se desconcertó!!
Una vez concluida la etapa de “averiguacióndeportacióndealgunelementopeligroso”, otro agente nos colocó una pulsera de Presidencia de la Nación que “confirmaba” que éramos periodistas. Poco más adelante, las típicas barandas corralito se abrían hacia el sector donde se montó el show (sí, sí… parecía que allí mismo habría una especie de festival de jineteada!! Piso de tierra, sillas plásticas en semi círculo, un micrófono de pie, algunas cámaras oficiales y funcionarios, concejales, responsables de organismos nacionales, amigos de los amigos del poder y el viento… el viento patagónico que soplaba arremolinando la tierra y avisando que lo que vendría sería muy corto porque… “ufff… qué viento insoportable… mejor volvamos a Cumelén…”. Lo único que desestimaba un festival de jineteada era la ausencia de pueblo. Ah, claro, y la falta de caballos. Y de yeguas. Las otras barandas nos conducían a los trabajadores de prensa, a un corralito propiamente dicho (como siempre). Allí me encontré con colegas, colegas/ amigos, gente a la que no conozco justamente porque es poco frecuente mi cobertura en este tipo de eventos, y hasta me topé con el ESCRIBA!!! Sí, llegó, con su cabeza gacha como suele hacer siempre; su mochila en la espalda, la birome y el anotador. Y se ubicó en un rincón. Solo. Solo él y su maldad de escriba obsecuente y bien pago. Se que le encanta ser protagonista de comentarios, aún de los más despreciativos. Le da “chapa”. Lo que no sabe el “escriba” es que a mí me gusta hacer referencia a él. Y poder mirarlo a los ojos fijamente y corroborar que no puede sostener su mirada. A él le encanta que lo nombremos. A mí me encanta mencionarlo sin nombrarlo.
Comencé a divisar caras conocidas: los concejales oficialistas Cristina Painefil, Carlos Sánchez, Diego Benítez, Daniel González (oia… no había ningún concejal de la oposición. ¿Los habrán invitado? Pregunto porque fue constante luego que se hablara de un “gobierno federal”); el Jefe de Gabinete Municipal, Marcos Barberis; los legisladores fieles Leandro Lescano y Silvia Paz; el titular de Anses Bariloche, Santiago Palmeyro (quien cuando ingresé al predio me saludó con un “hola señorita”, como si no nos conociésemos, pese a haber transitado en conjunto y durante años, etapas de escolaridad); Intendentes afines al gobierno de Alberto Weretilneck; la Presidenta de la UCR local, Guillermina Alaniz; operadores políticos; funcionarios de segundo y tercer rango del gobierno de la provincia y del municipio y…. ¿Y los vecinos y vecinas?? ¿Y el pueblo de Bariloche?? Definitivamente el festival de jineteada quedó desestimado. Se trataba ni más ni menos que de un acto político excluyente que tendría como principal orador (¿¿??) al Presidente de la Nación, Mauricio Macri, quien dejó unas horas el bienestar de sus vacaciones en Villa La Angostura, para arribar a Bariloche y anunciar que “sú” gobierno concretaba en esta jornada la tan esperada obra de la ampliación del Gasoducto Cordillerano.
Las 10.45 ya habían pasado hacía rato. Casi una hora después, entre el soplido del viento patagónico y de los árboles meciendo sus ramas, se escuchó el helicóptero que transportaba al Presidente y que lo descendió a metros del escenario montado para este nuevo “acting”. Señalo que lo dejó a metros porque llamó la atención que desde allí hasta el epicentro propiamente dicho, se demoraran unos 40 minutos más. Luego comprendimos. Sin dudas la cocina política se había estado llevando a cabo en el vehículo con el que Macri y su cercano gobernador, Alberto Weretilnek, realizaron ese último tramo. Fue en esa oficina móvil donde, aprecio yo, el gobernador rionegrino le juró amor eterno. De esa eternidad que dura lo que puede durar un romance.
Antes que ellos, comenzaron a arribar en fila casi india los miembros de la comitiva. Así, la entrada triunfal la hizo el Ministro de Obras y Servicios Públicos de la provincia, Carlos Valeri. ¿Alguien lo recuerda como el frentegrandista de pelito largo que arengaba por la revolución del Che?. Bueno, ese no es el estilo del presente: pantalón, camisa, saco, cabello recogido, lentes de vivos colores y una impronta muy similar a la de los primeros yuppies de los 80. Erguido, feliz, comprometido con ésta, su otra revolución, la de la alegría. Lo siguió el Intendente Municipal de Bariloche, Gustavo Gennuso a quien podría describir como algo incómodo… Quizás porque le faltó protagonismo en la jineteada. Perdón en la inauguración del Gasoducto… Y eso mismo lo pude sentir más adelante cuando, por ejemplo, mientras Weretilneck hacía declaraciones a la prensa, una colega quiso entrevistarlo y el jefe comunal encaró contento pero, rápidamente, dio marcha atrás. Es que, de verdad Intendente, disculpe que lo visibilice abiertamente, pero éste no es justamente su momento protagónico.
Así continuaron arribando algunos otros funcionarios como la Ministra de Turismo, Cultura y Deporte de Río Negro (minutos antes conversábamos con algunos colegas respecto a cuán formada y/o idónea y con conocimientos en esas materias debe ser una persona para ser responsable de tres áreas a su cargo… Seguramente en la carrera política todo se puede aprender más rápidamente que en una universidad y por eso quizás el gobierno nacional intenta cerrarlas. ¿Para qué se necesitan casas de altos estudios o institutos de formación, si el aprendizaje se reduce a unos pocos años de carrera política y se profundiza en la eternidad de los cargos?). La Ministra se fue ni bien culminó el acto en su camioneta 0 km, estacionada también sobre Av. 12 de Octubre, pero a la que arribó en otro auto que la transportó para evitar seguramente las 4 cuadras de tierra y viento patagónico que podían ensuciarle los pies y despeinarla….
También estaba el representante en Patagonia del Ministerio del Interior de la Nación, Juan Martín, con quien departí una corta charla después de 3 años de incomunicación por disidencias que, obviamente, no podremos de ninguna manera hacer coincidir; había fuerzas de seguridad uniformadas y armadas; otras disfrazadas de civil y hasta algún que otro infiltrado de esos que nunca faltan por si hay que culpar a los manifestantes. Lo cierto es que no había manifestantes. Ni pueblo. Sólo un pequeño grupo de representantes de gremios y del Abuelazo a quienes no dejaron entrar al predio y que reclamaban por el vaciamiento del Anses. A ellos no les permitieron ingresar y por supuesto nadie se acercó a escucharlos. Pero sí dejaron entrar, por ejemplo, a un periodista local muy cercano al poder de turno (sea cual sea…) que suele mostrarse a los abrazos y en confianza con quien tenga que cumplir. Pauta puede más que ética. Es como el Escriba, pero de menor escalafón!!.Cada día se ven más de estos personajes en mi oficio.
Así desfilaron algunos más. Pero… no había pueblo. Y los cargos solo alcanzan para unos pocos, que se vuelven muchos a la hora de mostrar gestión…, y al acting asistieron esos pocos que no alcanzan ni para otorgarle un marco de color a la presencia de una mandatario nacional.
Finalmente llegaron al lugar el gobernador Alberto Weretilneck, el Presidente Mauricio Macri y otros pocos que aguardaban eufóricos intentando el saludo que no recibieron. En esta gestión no se tocan las manos, menos las caras o las cabezas y ni pensar en recibir un beso. Eso es nac & pop y ha sido desterrado durante este gobierno nacional por decreto de necesidad y urgencia.
“Alberto”, así lo llamó el Presidente, estaba exultante. Indudablemente en la cocina política, minutos antes, le dieron un caramelo. Pero nada es gratis en el mundillo en el que se mueven. Y en sus palabras de bienvenida al mandatario nacional, eso quedó claro. “Estamos inaugurando una de las obras más importantes que ha hecho en Río Negro el estado nacional en los últimos años, y que tiene una trascendencia social, económica y humana muy trascendente (SIC), porque Bariloche estaba detenido en su crecimiento a partir de no tener la factibilidad de gas, no solo para viviendas sociales y unipersonales, sino en nuevos emprendimientos turísticos”. Me detengo acá. Porque cabe recordar que Alberto Weretilneck es gobernador de Río Negro desde 2012, primero por obra del destino (hecho que hará valer para su re re elección) y luego por las urnas y que de comprenderlo literalmente como se expresó, se desprende que de no llegar el paraguas protector de Nación, un mandatario provincial por si mismo, pareciera no tener capacidad propia de gestión.
Este “Alberto” (no “Él Alberto”), continuó y es aquí en donde asomaron los primeros indicios de la devolución del caramelo: “A partir de la culminación de las obras por parte de su gobierno, con la participación de Camuzzi, hoy estamos recuperando todo este tiempo perdido”, por lo que –expresó – “estoy esencialmente agradecido por esta decisión de terminar el gasoducto y por otras obras que el estado nacional hace en nuestra provincia”. “Hoy - insistió el Gobernador – con este gasoducto que financió “sú” gobierno, más las inversiones de Camuzzi , más la inversión de la provincia, estamos abasteciendo prácticamente al 100 % del territorio provincial de este líquido tan importante que no es solo calefacción sino también la posibilidad de generar fuentes de trabajo a partir de distintas industrias en distintas zonas de la provincia”. Y en medio de tantos agradecimientos y reconocimientos, el gobernador tuvo un desliz por demás evidente de lo que fue su “negociación política”. Tras citar las “otras obras que está haciendo Camuzzi” en la provincia de Río Negro, más las del “Plan Castello”, Weretilneck se refirió a la no aceptación de los tarifazos por parte de los usuarios, expresando que “ necesitamos entender ésto, tan difícil de entender para los argentinos, que es la actualización de todas las tarifas”…Y cerró nuevamente agradeciendo, pero esta vez ya no a título personal: ”esencialmente, como rionegrinos, queremos agradecerle este decisión, esta inversión tan fuerte que se esperaba desde hace muchísimos años y que fundamentalmente (palabra que no falta jamás en los discursos y/o alocuciones de gobernantes y funcionarios) que beneficia a gran parte de Río Negro y de Neuquén y agradecerle (otra vez…) por este gobierno federal que no importa cuántos votante somos (SIC) sino que lo que importa es que las obras del presupuesto público del país, lleguen a todos los rincones de la argentina” porque “todos los argentinos somos mirados de la misma manera por parte del estado nacional”.
Hasta aquí las palabras del gobernador Alberto Weretilneck, quien luego desmintió que hubiesen estado hablando de pronósticos políticos, aunque sí confirmó que las elecciones provinciales (en las que - no duda - será habilitado por la Justicia para participar) “serán en el próximo semestre”, y no en consonancia con las nacionales.
Luego fue el turno del Presidente Macri , quien se refirió a la multitud presente en el lugar (cierto que no había pueblo, ni multitud, que eran solo allegados, algunos representantes gubernamentales y funcionarios) así: “Gracias Alberto por las lindas palabras. Feliz año para todos. Que realmente tengamos un año constructivo, un año de trabajo en la linda Argentina que soñamos y que nos merecemos”. Tras elogiar la “magia” del lago Nahuel Huapi y rescatar que Bariloche “está llenísimo” de turistas según lo que le informó “el Intendente Gennuso”, el mandatario nacional se refirió casi en exclusivo a las “bondades” de la “conectividad aérea” para que “todos los argentinos conozcan muchos lugares” de este país “tan maravilloso” (en clara referencia a las low cost) y a las inversiones en Vaca Muerta que - aseguró- “nos va a dar muchas alegrías”, aunque, pese a su insistencia en remarcar los beneficios del emprendimiento, pareciera que ya asoman los primeros atisbos de que allí no todo lo que brilla es combustible. Quizás el Presidente no se enteró, por ejemplo, que Retama Argentina, “la primera compañía petrolera independiente de Estados Unidos en ganar la licitación de un área hidrocarburífera en la Cuenca Neuquina acaba de perder esa concesión por incumplir con los plazos para comenzar los trabajos exploratorios”, producto de no haber tenido en cuenta al momento de presentarse a la licitación del “impacto que tendría la devaluación del peso argentino y la disparada del riesgo país en el financiamiento al cual pueden acceder las petroleras que no formen parte del club de las grandes ligas” (https://www.rionegro.com.ar/energia/una-pyme-de-ee-uu-dejo-vaca-muerta-por-falta-de-financiamiento-FB6210557 ). Por las dudas, también habló de las “energías renovables” que se comenzarán a impulsar para aprovechar, por citar solo un ejemplo, “este viento patagónico”.
Claro está que aprovechó para utilizar en su alocución el infaltable caballito de batalla: “la pesada herencia”. “Acá - expresó el Presidente Macri - había una obra varias veces prometida, como dijo el gobernador - aclaró - , que es este gasoducto cordillerano patagónico, del que se había prometido su ampliación en 2013, luego se prometió la ampliación de la ampliación en el 2015 y, cuando llegamos al gobierno, no había un solo metro de caño construido”. Entonces recobró el énfasis en su tono de voz y dijo: “realmente entendimos la importancia de ésto, la justicia de que esta obra se haga y la pusimos en marcha y pasó de ser una muestra más de la resignación y el abandono a un símbolo de la esperanza, de una Argentina que empieza (recordemos que éste es el 4to año de su gestión...) a levantarse y ésto sucedió porque decidimos cambiar, pero no cambiar de gobierno o de partido político, cambiar con madurez la forma en que encaramos la vida de todos los días”. Macri fue cerrando su visita a Bariloche utilizando un estilo propio de los pastores de las iglesias evangélicas en expansión sostenida en estos tiempos: “podemos construir a partir de la verdad” “entendiendo cuáles son las agendas de las prioridades que tenemos que llevar a cabo, llevándole soluciones concretas a la gente” y “volviendo a transformar obras en esperanzas”. “Desde el sur argentino - finalizó - hay mucho por aportar, por hacer, por generar empleo, y ese es el camino para derrotar definitivamente la pobreza, que es nuestro principal objetivo”. (Seré insistente: los actos en los que no podemos preguntar ni repreguntar, no sirven más que para hacer este tipo de crónica descriptiva..).
Antes de volver a abordar el helicóptero que lo trasladaría de regreso a Villa la Angostura (aunque algunas versiones indicaron que previamente pasaría por el Hotel Llao Llao para continuar temas de la cocina política), el Presidente, junto al Gobernador, al Presidente de Camuzzi y a operarios de la planta de gas, encendieron una llama simbólica para dejar inaugurado el Gasoducto Cordillerano. El viento y la explosión lógica del fluído al entrar en combustión, parecieron generarle al Presidente algo de intranquilidad. Agachado y rápidamente alejándose del sector, emprendió su partida. Lo aguardaba su descanso interrumpido…
Roxana Arazi