Trabajar en el cementerio: una tarea que requiere "ponerse siempre en el lugar de los deudos"
Liliana Pallaleu es trabajadora municipal. Desde hace más de 15 años desarrolla sus tareas "orgullosamente" en el Cementerio de Bariloche. En esta entrevista exclusiva para Café a la Turca, abrió su corazón para compartir su experiencia de vida. Escuchala acá:
Pocas veces alguien se detiene a pensar en lo que puede significar para una persona trabajar con la muerte, entre deudos que no pueden ocultar su tristeza y que, en muchas ocasiones, tampoco pueden ocultar su ira por la périda de algún ser querido.
Indudablemente no es un trabajo que pueda realizar cualquier persona. No se necesitan estudios universitarios, pero sí requiere de una inmensa voluntad, mucha empatia para poder ponerse en el lugar de quienes sufren las partidas y, por momentos, precisa de un temple que permita también comprender que las muertes a veces generan violencia.
Liliana Pallaleu es trabajadora municipal y asegura que tras haber perdido a algunos de sus hijos en diversas circunstancias y pese al dolor que eso conlleva para una madre, encontró en ese espacio en el que no sólo se entierran los cuerpos de las personas fallecidas sino también muchos recuerdos y un sin número de historias personales, su "lugar en el mundo".
Allí Liliana siente "mucha paz" y agradece haber logrado ese empleo que la dignifica, que la invita diariamente a comprometerse para que el acto de sepultar personas no sea una tarea más sino que se transforme en un momento de absoluto respeto hacia los deudos que, en la mayoría de las ocasiones, no encuentran consuelo. Y asegura que "lo elegiría una y mil veces" porque es una forma de "estar en contacto con mis hijos".
Morir en #pandemia acarrea muchas otras responsabilidades: un protocolo de trabajo específico; una preparación diferente para lograr que los deudos comprendan que no se pueden realizar ceremonias masivas y, por sobre todo, tratar de no contagiarse frente a la presencia de personas desconocidas pero también al momento de sepultar los cuerpos.
Nadie en este mundo estaba preparado para enfrentar un virus como el Sars -Cov 2 (#covid19). En el proceso de ocuparse de los muertos también hubo que aprender las nuevas formas. Y Liliana sabe que alguien lo tiene que hacer y elige seguir haciéndolo.
Lejos de ser una entrevista dolorosa, el encuentro radial con Liliana Pallaleu se convirtió en una lección de coraje y de vida!!!
Roxana Arazi