El Tren mágico
Contarles películas a los chicos
Te recibe el túnel de “El maquinista de La general” y lo ves avanzar.
Luego se suceden los fotogramas, esa fantasía que (no se si existe aún pero que) era sinónimo de cine: unas bandas negras en los laterales y unos cuadraditos por donde se suponía que los proyectores las tomaban para asegurarlas en la proyección de la película.
Y entonces comienza el sueño donde todos los protagonistas son niños o jóvenes y algunos cuelgan de la luna de Méliès y de donde también saldrán muchísimos personajes reconocibles del cine mudo.
Vagan por las páginas todos y cada uno de los monstruos que llevaron a la pantalla Bela Lugosi y Boris Karloff y, claro , King-Kong y Chaplin y Marx(Groucho) y El Gordo y el Flaco y solo unos breves textos que los acompañan.
El desfile incluye por supuesto a los musicales , los policiales y el fantasy; desde Casablanca hasta estas versiones contemporáneas de StarWars pasando por Marilyn Monroe y Volver al futuro, por caso.
Las imágenes que cuentan la historia son impactantes: desarrolladas desde la computadora (ni témperas, ni acrílicos, ni tan siquiera el lápiz óptico) que le aporta una carga de presencia a las imágenes conjugada con una impresión excepcional.
Todo esto para decir que es posible contarles la historia del cine (por lo menos lo que el autor cree que es) a los chicos.
Javier Peña, el autor de “El Tren mágico “(Calibroscopio 2016), lleva su tiempo en estas lides y su actividad como diseñador gráfico lo rodea de herramientas vitales para desarrollar a lo largo de 44 páginas una divertida guía filmográfica. Sin embargo, este no es su debut en la literatura:
Con anterioridad editó Un partido diferente (Calibroscopio, 2007), Un desastre olímpico (Calibroscopio, 2008), ¿Puede volar un cangrejo? (Océano Travesía, 2010), Los monstruos ya no asustan (Calibroscopio, 2011), La mesa está servida (Calibroscopio, 2013), La odisea de Polistes (Conaculta-Océano Travesía, 2012) y Las sombras de una nube (Editorial del Álbum, 2015).
Debo decir que en el final del libro incluye una lista que te acompaña a descubrir a los personajes - niño (por si no los reconocés) que pasean por las páginas y que, acaso nos invita a ver películas que no sabíamos que existían.
Y otra cosa:
Soy contemporáneo del primer “StarWars”, allá lejísimos en el tiempo y también de “Fiebre de sábado por la noche”, pero también de “ApocalypseNow “.
De manera que merendaba con “El Zorro” y “Los tres chiflados” que ya eran viejos en aquella época pero me divertían cuando todavía no me preocupaba tanto por el contenido o la estética como pasar el rato. Con el devenir de los años y la educación y los vínculos y las lecturas, fui mutando en todas las visiones de la vida y para cuando llegó al país “The Wall” (creo que un poco después de Malvinas o por ahí) ya estaba con un paladar que me hacía elegir determinado tipo de cine.
Este introito (tardío) viene a cuento de dos cosas:
Darle la bienvenida a Hugo Corso, que desarrollará una columna de cine en este espacio que generosamente nos permite compartir Roxana Arazi y poner en contexto el tipo que fui, que hoy puso en palabras la existencia de un libro para chicos que habla de la historia del cine.
P/ Roberto Szmulewicz, Librería "El Profe" (Dina Huapi / Río Negro / Argentina), Premio: "Pregoneros 2019"