Un ejercicio de memoria a 42 años de la quema de 1 millón de libros del Centro Editor de América Latina (CEAL) el 30 de agosto de 1980 en un baldío de Sarandí, partido de Avellaneda (BsAs), durante la dictadura cívico militar en Argentina, en lo que sin dudas fue el mayor intento de destruir los pensamientos en todas sus formas. Ello, claro está, sin dejar de priorizar los aberrantes crímenes de lesa humanidad, con 30 mil compañeros detenidos/desaparecidos, sumergiendo a la Argentina en la brutalidad del neoliberalismo.

Neoliberalimo que reaparece de manera constante, disfrazado, solapado. Neoliberalismo que se regocija en la turbiedad de los discursos de odio; en la complicidad de los medios de "desinformación" y que de manera constante pretende imponer políticas de exclusión social y de daños irreparables...

Neoliberalismo que festeja el cáncer; la muerte de opositores; que entrega tierras a sus amigos y deja sin techo digno a millones de argentinos.

Neoliberalismo que asoma cada vez que encuentra un "bache" ideal para engendrar más odio...

Neoliberalismo que nos pone en riesgo a todos, pero que aún muchos no quieren ver...

Por eso, cuando Patricia Bullrich (fiel representante de la derecha más peligrosa) y sus secuaces nos digan: "Parafraseando a Churchill, ‘yo puedo no tomar, pero usted no puede dejar de ser corrupta'»,… MEJOR VAYAMOS A LAS PLAZAS!!!

Inundémoslas de gritos de libertad; de abrazos y de empatía; de sueños de inclusión y de esperanzas!!!

P /Roxana Arazi