¿Qué es ser o estar loco?. ¿Por qué estarlo o serlo, según diagnósticos profesionales, no nos permitiría conectarnos desde alguno de los lugares menos frecuentes con un otro?. Hablar solos, por ejemplo, como quienes hacemos radio y hablamos sin siquiera saber a quiénes llegamos, ¿es estar o ser locos?. ¿Desde dónde podemos estigmatizar a una persona sin conocer su historia de vida, apelando a esa autoridad propia del ser humano que nos permite opinar sin saber nada del otro, ni ponernos tan solo un instante en sus zapatos y menos intentar tocar su alma?

“Siempre fui loco”, dice un interno del hospital neuropsiquiátrico Borda (CABA) desde donde transmite LT 22, Radio la Colifata, ya con 29 años de  transmisiones ininterrumpidas y madre de muchas “colifatas” en el mundo”, c/u con el nombre que permite la correspondiente traducción.

22, el número que representa al  “loco” en los juegos de azar… LT 22, la sigla de la radio La Colifata, que proviene de "colifa", abreviación de "colifato" y que en nuestro lunfardo, a decir de especialistas, es un término que significa “loco querible”.  Aunque cabe aclarar que no siempre se lo utiliza con una carga afectuosa…

Sergio Suez  - de Bariloche -, Presidente de la Asociación Civil La Colifata, Salud Mental y Comunicación  ( http://lacolifata.com.ar/ ), ONG sin fines de lucro que desarrolla actividades en el área de investigación y brinda servicios en salud mental utilizando los medios de comunicación, y Alfredo Olivera - de Buenos Aires, aunque reside desde hace unos años en parís, Francia - , creador y Director de la radio del hospital Borda, se conocieron hace exactamente 22 años...Podríamos decir que la locura por la radio fue el vínculo que los unió hasta convertirlos en hermanos de la vida a pesar de la distancia geográfica. Como puede verse, el “22” siempre está presente. Es que ellos también son “locos”; gozan de esa locura que enaltece y reconforta y que invita a reflexionar sobre  la estigmatización que estamos acostumbrados a aplicar cuando la vida nos permite ubicamos por fuera de los pabellones de un hospital neuropsiquiátrico con algo de empatía y humanidad, pero que no nos exime de algunos síntomas comunes…

 “A veces escucho las noticias y quiero volver adentro”... dice otro interno en uno de los micros radiales de La Colifata. Y el de al lado retruca: “no hay peor remedio que la enfermedad y yo creo - expresa sin titubeos - que los hospitales psiquiátricos son peores que la enfermedad”. Sobre ambas posturas podríamos pararnos cualquiera de los “normales”…Pero tal vez haya llegado el momento de preguntarnos ¿cuán fina es esa línea que nos separa a unos de otros?, y ¿quién dice qué es no ser o estar loco?.

Alfredo Olivera se refiere, en algún momento de la entrevista en Café a la Turca, a un viejo “citroên” que recibieron hace tiempo en calidad de donación y que continúan utilizando ploteado con el logo de La Colifata, lo que les permite que al circular todos le hagan lugar; y  sintetiza: "es un auto destinado a chatarra, como los locos, pero siempre volviendo a hacer lazos y a circular”. Y eso es lo que hacen los “locos” del Borda y el equipo de la ONG La Colifata: construir presente y diseñar futuros desde el lugar de “chatarra social” donde muchos los ubican, pero conectando con el otro en lo que definen como “actos creativos para afirmar la vida”.

Quien no esté loco… entonces que tire la primera piedra…

Roxana Arazi