Cultivando libertad
Una huerta tras las rejas desde donde avizorar un futuro mejor que el presente
Varios internos del Penal Nº 3 de San Carlos de Bariloche, prontos a cumplir sus condenas y en condiciones de vivir en la denominada Casa de Pre Egreso, cultivan la tierra para producir sus propios alimentos, colaborar con el plato de comida de sus hogares y vender el excedente.
En una propiedad ubicada a unas cuadras del Penal, internos – en su mayoría jóvenes – reciben una vez por semana la capacitación de Lighuen Castillo, Técnico de Agricultura Familiar y estudiante de Antropología en la Universidad Nacional de Río Negro, quien les enseña técnicas de cultivo y así, en un invernadero que entre todos han construido, producen en la huerta distintas verduras y hortalizas. Pero no es solo una clase de cultivo, sino un espacio de encuentro, de valoración y de reflexión sobre otra posible vida. Esa que los espera detrás de la puerta y que saben que no deben traspasar más allá de los límites impuestos por la ley, porque a unos pasos nada más, los espera la libertad.
En Café a la Turca del jueves 18 de octubre, entrevista a Lighuén Castillo quien, cabe recordarlo, fue el primer despedido del año 2018 en Bariloche de la Secretaría de Agricultura Familiar, tras el desmantelamiento que viene llevando a cabo en dicha institución el Gobierno Nacional (CAMBIEMOS).
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Roxana Arazi