Te leo una poesía
Hoy “Ajedrez”, de Rosario Castellanos, poeta, docente y feminista mexicana. Nació en la Ciudad de México el 25 de mayo de 1925, y murió en Tel Aviv, Israel, el 7 de agosto de 1974, a los 49 años de edad, a consecuencia de una descarga eléctrica provocada por una lámpara cuando acudía a contestar el teléfono, al salir de bañarse. Recién nacida fue llevada a Comitán, Chiapas. Ahí realizó sus estudios primarios y dos de secundaria. Regresó a la capital a los dieciséis años. En 1950 se graduó de maestra en filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México; más tarde, en la Universidad de Madrid, llevó cursos de estética y estilística. Bajo el rectorado de Ignacio Chávez, desempeñó la jefatura de Información y Prensa en la UNAM e impartió las cátedras de literatura comparada, novela contemporánea y seminario de crítica en la Facultad de Filosofía y Letras de la misma Universidad, lo anterior de 1961 a 1971. Ejerció con gran éxito el magisterio, en México y en el extranjero; en los Estados Unidos fue maestra invitada por las Universidades de Wisconsin y Bloomington, durante los años de 1966 y 1967, y en Israel, en la Universidad Hebrea de Jerusalén, desde su nombramiento como embajadora de México en ese país, en 1971, hasta su muerte. El mundo de Rosario Castellanos estuvo cifrado por el feminismo, reflejando en sus poesías y ensayos la condición femenina de muchas mujeres, es por ello que su vida fue como espejo de las mujeres de su tiempo mediante la expresión de la dualidad aceptación-resistencia de lo regido por la figura ideal y del universo de lo inmediato. Edificó un universo a partir de algunas formas de dominación social. En 26 años, de 1948 a 1974, Rosario Castellanos dedicó su vida a crear una obra que la expresara de cuerpo entero y que al describirla fuese una especie de registro del mundo en el que le tocó vivir; lo femenino en su obra es un tema fundamental. (Fuente: https://cieg.bibliotecas.unam.mx/index.php/la-biblioteca/acerca/78-rosario-castellanos)
AJEDREZ
Porque éramos amigos y a ratos, nos
amábamos;
quizá para añadir otro interés
a los muchos que ya nos obligaban
decidimos jugar juegos de inteligencia.
Pusimos un tablero enfrente
equitativo en piezas, en valores,
en posibilidad de movimientos.
Aprendimos las reglas, les juramos respeto
y empezó la partida.
Henos aquí hace un siglo, sentados,
meditando encarnizadamente
como dar el zarpazo último, que aniquile
de modo inapelable y, para siempre, al otro.
Autora: Rosario Castellanos
Música: "Blowin' in the Wind" (soplo en el viento), de Bob Dylan -
Lectura: Roxana Arazi