Nacida en Bariloche en 1961, Mónica de Torres Curth construyó primero una sólida carrera en las ciencias exactas. Es profesora de Matemática, magíster en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales, y doctora en Biología. Durante décadas, su escritura estuvo ligada al paper y a la divulgación, como puede comprobarse en su libro "Los reyes de la pasarela: Modelos matemáticos en las ciencias" (2015).

Pero el giro hacia la ficción fue, en sus propias palabras, una "sincronicidad". Todo comenzó el día que fue a anotar a su hija a un taller de escritura y terminó, por invitación de la escritora Luisa Peluffo - también barilochense - ocupando ella misma una silla en el taller. A partir de allí, el oficio de escribir se volvió una pasión que la llevó a formarse durante más de diez años y a obtener becas del Fondo Nacional de las Artes.

Mónica no escribe sobre el sur de las postales turísticas. Su literatura es, por definición, un acto de "desromantización". "Me interesa desromantizar algunas cosas: el amor, la maternidad, la infancia, la pobreza", ha definido con la claridad de quien observa el mundo a través de un microscopio.

Su debut en la ficción llegó en 2018 con el libro de cuentos "Todo lo que debemos decidir" (Editorial UNRN), al que le siguió "El camino de la izquierda" (2019, Fondo Editorial Rionegrino), una obra donde la violencia personal y social actúa como eje vertebrador. En su universo, la Patagonia no es solo un decorado, sino un personaje hostil que condiciona el destino de sus protagonistas, como se ve en su crudo libro de cuentos "Presas" (2023).

En los últimos años, su pluma se ha diversificado hacia la investigación histórica y la literatura infantil. Coautora de "Nosotras somos ellas. Cien años de historias de mujeres en la Patagonia" (2023), en conjunto con Laura Méndez y Julieta Santos, Mónica rescata las voces silenciadas del territorio. Ese libro, que pone en merecida escena a mujeres de la Patagonia hasta ese momento ignoradas e invisibilizadas por quienes escriben la historia oficial, fue ilustrado por Natalia Buch y Fernanda Rivera Luque, y prologado por la reconocida socióloga feminista, Dora Barrancos.

La autora ha incursionado recientemente también en el público infantojuvenil con el libro-álbum "Wangelen" (2025), una obra de prosa poética ilustrada por Rodrigo Porto que fue distinguida por el Fondo Editorial Rionegrino. Para ella, escribir para niños es un desafío de honestidad. Y se propone. además, "escapar a perspectivas moralizantes" y que el lector joven piense el mundo por sí mismo.

Con una mirada fija y curiosa por el lenguaje, Mónica de Torres Curth, jubilada de las aulas pero más activa que nunca en las letras, sigue buscando "la palabra más adecuada para cada ocasión". Y en estos tiempos incursiona en las diferencias entre "el horror y el terror", tema que desarrolló en la charla "Narrar el horror" que dio días atrás en el marco de la Feria del Libro Bariloche 2025, organizada por la Universidad Nacional del Comahue. La escritora analiza las figuras del horror y el terror no como simples recursos de género, sino como herramientas para explorar las fisuras de la condición humana y la desigualdad social. A través de una mirada que ella denomina como la "desromantización" de la realidad, asegura que el horror en la literatura patagónica surge de lo cotidiano y lo silenciado: la crueldad de la pobreza, el lugar vulnerable de la mujer y la hostilidad de un entorno que deja de ser postal para convertirse en verdugo. Narrar estas "figuraciones del horror" es, para Torres Curth,  un modo de interpelar las realidades más crudas y cercanas bajo la premisa de que aquello que se oculta o no se nombra termina por manifestarse como un daño inevitable en el tejido social.

A modo de apretado resumen, en esta entrevista - como muestra de lo que pregona y ejerce en su vida -  dejó conceptos fundamentales que definen su mirada:

• "Desromantizar" la realidad: Busca interpelar al lector alejándose de las versiones idealizadas del amor, la maternidad, la infancia y la pobreza, y muestra sus facetas más crudas y cercanas.

• La Patagonia como personaje: En su narrativa, el ambiente patagónico no es un simple escenario; su belleza y hostilidad actúan como un personaje más que condiciona la vida de los protagonistas.

• El poder de lo no dicho: Sostiene una visión crítica sobre el silencio social, afirmando que "lo que no se dice, en algún lado está y algún daño hace".

• Soberanía del lector infantil: Escribe para las infancias con el objetivo de que puedan leer sin necesidad de un adulto que explique y promueve, así, una relación íntima y directa con la palabra.

(Conocer más sobre la autora y/o adquirir sus libros: https://monicadetorrescurth.com.ar/ )

Entrevista de Roxana Arazi

Café a la Turca 15 de diciembre 2025