“Herreros de la Luz”, es una experiencia de "personas reciclando personas", "alucinando sin sustancias" y haciendo arte "con la basura que los pibes pisaron toda su vida en los barrios".

Con esas frases se define a la perfección el trabajo que lleva adelante David Varano, un diseñador gráfico de Bariloche que hace 4 años atrás decidió dejar de ser “empleado” para seguir su instinto y “trabajar” haciendo lo que venía sintiendo que debía y quería hacer: algo que lo hiciera feliz, que le permitiera cambiar su realidad pero también la de aquellos a quienes les robaron/mos la esperanza.

Con desechos de metales que tiramos diariamente en cualquier ciudad, en un galpón que estaba desocupado - aún hoy con piso de tierra -, una mesada de trabajo improvisada,  una par de herramientas propias y con el deseo irrefrenable de transformar la desidia en arte y el arte en una forma de supervivencia, “Déivid” como lo llaman chicos y chicas de entre 14 y 28 años de edad se dan cita un par de veces por semana para modelar el hierro, al tiempo que moldean sueños. Parece un juego de palabras, pero no es ni más ni menos que lo que viven en ese espacio que les permite creer en el hoy y en el mañana.

Empezaron concurriendo 3 pibes. Hoy ya han pasado por el taller unos 80 niños y jóvenes de ambos sexos y el proyecto crece, aquí en Bariloche, pero también se expande por algunos barrios de Buenos Aires y  en próximas metas: un taller más grande que sume voluntades para compartir otros oficios y que permita producir para ayudar a las economías familiares y  un colectivo en desuso para hacerlo itinerante y llegar a más rincones de esta vasta geografía.

David no olvida el primer día: “tiré un montón de fierros retorcidos arriba de la mesada y les pregunté qué veían. Muchos respondieron: una tumbera”. Es que eso es lo que veían a diario; directa o indirectamente las tumberas eran parte de su realidad. Desacomodó esos mismos fierros. Lo hizo una y otra vez. Vieron un pájaro; vieron una mariposa. Y después vieron un árbol.

¿Será quizás que la mente, más despejada y acariciada por alguien que los miraba como personas y no como “desechos”, les permitía –a partir de ese instante – sentirse libres y echar raíces?. O será que, como dice el mismo David “simplemente me remarcaron que basta con que alguien les muestre una visión distinta para que cambien su forma de pensar”.

Herreros de la Luz: un sueño; un taller; una realidad; un presente donde “alucinan sin sustancias” y un futuro en el que los pibes y pibas de los barrios marginados de Bariloche ya se sienten “constructores de sus propias vidas”.

Si querés colaborar con ellos, conocer sus obras de arte o simplemente ir a tomar un mate compartido, el teléfono de Herreros de la Luz es:  +54- 0294 – 154 68-01 11. Y su fan page : https://web.facebook.com/Herreros-de-la-luz-2159410217632484/

Podés escuchar el programa completo acá:

Roxana Arazi