Néstor Confalonieri, escultor oriundo de General Roca (Río Negro), ha llevado el arte patagónico al plano internacional. Su trayectoria, que comenzó con el gusto por “los cómics” y lo llevó a la talla en volumen, lo convirtió en el único representante argentino en el Segundo Simposio Internacional de Mármol de Carrara de Manta, Ecuador.

Allí, entre 23 artistas de todo el mundo, este artista rionegrino trabajó un bloque de mármol de Carrara importado desde Italia que pesaba originalmente 4.24 toneladas. Previamente, también había realizado una obra en madera de cedro en Sutrio, Italia. 

La tozudez de la piedra y la visita de la imagen

Para Confalonieri el salto del cómic a la escultura se dio por una aptitud visual que lo impulsó a llevar las imágenes  “al volumen, a la masa, al espacio”. Respecto al mármol, un material que puede sonar “frío, estático, duro”, el artista confesó que hay una “tozudez” y un “interés por doblegar” la resistencia que ofrece, a modo de desafío. “Convertir una idea o *imagen que me visita* en una forma tridimensional”; así definió lo que se plantea frente a ese material antes de darle forma.

“De alguna manera creo que la piedra nos devuelve la posibilidad o la promesa de la persistencia”, afirmó. Tiene que ver con eso, “con permanecer en el tiempo, con registrar algo que aparentemente es efímero, momentáneo y que uno cree que necesita cierta memoria. La piedra se trabaja desde los inicios de la humanidad. Hay tallas y esculturas en piedras, madera, huesos  y están presente a lo largo de la historia”.  Y con esa pasión que se percibe en Néstor, logra crear verdaderas obras de arte que parecieran, además, cobrar vida.

A través de las herramientas que utilizan en la actualidad, con tecnología superadora a los cinceles, martillos y mazos para tallar mármol y limas, escofinas y picos para dar forma y pulir la piedra que usaba, por ejemplo, el artista italiano Miguel Angel Buonarroti, convertir un bloque en una escultura ya no demanda toda una vida.

El escultor rionegrino describió el proceso de esculpido durante el Simposio en Ecuador, como “intenso, con jornadas de cerca de diez horas de trabajo”. Según explicó, la idea se fue adaptando a la materia prima disponible: “elegí uno (bloque de mármol) que no era de los más grandes en este caso, pero que era una piedra sana y que podía, como se dice, acomodar la idea, la pieza que yo tenía a la materia”.

Confalonieri describió el proceso como "intenso, con jornadas de cerca de diez horas de trabajo". Explicó que la idea se fue adaptando a la materia prima disponible: “elegí uno que no era de los más grandes en este caso, pero que era una piedra sana y que podía, como se dice, acomodar la idea, la pieza que yo tenía a la materia”.

Luego - comentó -, “cuando uno se mete o empieza a construir la forma, ahí está un poco lo más gustoso del proceso”.

La sensación que genera su arte, aún solo a través de un relato radial y de observar sus esculturas en imágenes, es que cobran vida. Esas mismas piedras que fueron un bloque frío y estático, transmiten sentimientos. Se propone también, y así lo expresó, "convertir una idea o imagen que me visita en una forma tridimensional”.

El Renacer del Aprendiz Eterno

La obra que realizó en el simposio de Ecuador se tituló “Renacer: Eterno Aprendiz” y fue tallada durante un mes a la vista del público. El escultor reveló que la imagen encarna a “un hombre que se esculpe a sí mismo como el símbolo de la voluntad”, un concepto que rescató de las logias masónicas que consideraban que es la fuerza interior y el propósito que impulsa al masón a mejorarse a sí mismo y contribuir al progreso de la humanidad. Y en esa autoescultura, por definirla de alguna manera, Néstor incluyó dos elementos fundamentales en su arte: el mazo y el cincel.

La pieza, junto con las del resto de sus colegas de países como Australia, Turquía o Alemania, forma parte del patrimonio de la Universidad Laica de Manabí de Manta, donde fue instalada de forma definitiva. Solo cuatro de ellas fueron trasladadas a distintas localidades de Ecuador.

Al cierre de la entrevista, no podía faltar la pregunta de manual: ¿cuál es tu mejor obra?. Y la respuesta de Néstor Confalonieri fue audaz: “la que voy a hacer en adelante”.

Entrevista  de Roxana Arazi

Café a la Turca 10 de noviembre 2025