Juan Fulgueiras tuvo uno de sus primeros acercamientos a la guitarra, como solista, con Flores Negras, el tango de Julio De Caro que lo retrotrae a sus primeros tiempos en Bariloche, lugar al que llegó cuando en Buenos Aires comenzaba el “principio del final del gobierno de De La Rúa” y la gran ciudad invitaba a alejarse del epicentro.

Su primera intención era emigrar a España, pero previo paso por Bariloche. Sin embargo, aquí se quedó y desde aquí lleva su música al mundo. Esa música que le permite compartir escenarios con grandes figuras del ambiente nacional, pero que en su ciudad adoptiva y de residencia permanente le ofrece, como a la mayoría de sus colegas, invitaciones a tocar “a la gorra”, mientras que las contrataciones estatales sólo se limitan para quienes llegan desde Buenos Aires.

Ante esa situación, junto a distintas asociaciones que nuclean a los profesionales de esa disciplina artística, reclaman al gobierno municipal atienda el proyecto que presentaron recientemente para crear un “circuito de música en vivo”, con entrada libre y gratuita para la comunidad,  pero con cachet y sonido a cargo del Ejecutivo o a través de la creación de un “gravamen” específico. Por el momento, sólo un deseo.

Roxana Arazi