PROGRAMAS CAFE A LA TURCA 22 de agosto de 2019 |
Malditos |
Mi editorial en Café a la Turca del 21 de agosto 2019, a raíz del asesinato de Jorge Gómez, con una patada mortal en el pecho. Horas después los Malditos asesinaban a Vicente Ferrer, un anciano con hambre...
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Malditos. Malditos todos los integrantes de este gobierno nacional que crea, permite e incentiva el desprecio por la vida de cualquier persona que no pertenezca a su entorno o no acate, con obediencia debida, sus órdenes. Maldito el gobierno de la ciudad de BsAs.. Malditos todos y c/u de los dirigentes de ese circo romano en donde las víctimas son tiradas a los leones mientras ellos se regodean celebrando el espectáculo. Malditos los policías deshumanizados que tienen sed de muerte en sus ADN. Malditos aquellos que siguen eligiendo balas por sobre tizas y pizarrones; golpes por sobre aulas; un sueldo por sobre la dignidad. Malditos. Malditos todos los Diputados y Senadores que miran solamente sus dietas, mientras engullen sanguches (así: SANGUCHES…) de palmitos y ananá brindando que se aniquile a los negritos de mierda, y se duermen en sus bancas desafiando la indignación del pueblo. Malditos los jueces que garantizan sus presentes y el futuro de sus descendientes, alejados de todo principio de derecho y de igualdad ante la ley. Malditos. Maldita una Ministra de seguridad a la que le chorrea sangre de sus comisuras labiales en vez de rouge por una noche de placer. Maldita la parte del pueblo que aplaude que el país sea solo para unos pocos. Pero más malditos aquellos que nacieron en un hogar de laburantes, en la cuna prestada por alguna vecina solidaria. Y malditos también los que festejaron la quema de las únicas "cunitas” que serían propias. Malditos, porque admiran y desean pertenecer a una clase que nunca, jamás, los aceptará. Malditos. Malditos los periodistas que transmiten la noticia de un golpe de muerte en el pecho de una persona vulnerada, como si difundieran el precio de la soja y malditos los otros periodistas que justifican la muerte y después buscan redimirse alegando que “no investigaron correctamente”. Malditos. Malditos de absoluta maldad. Sin almas, sin empatía. Con corazón de cartulina. Ni siquiera de cemento, porque cuando la desgracia les toca a ellos, asoman humanizados como si padeciesen de trastorno disociativo de personalidad. Malditos quienes no se conmueven con el dolor del otro y quienes no logran dejar de habitar en un mundo entre 4 paredes. Y malditos también quienes matan niñez, adolescencia, juventud, vejez… impunemente. Malditos. Aunque no me nazca desde las entrañas maldecir, hoy ruego al Universo que exista el castigo y elevo una plegaria al cielo: Maldición para Uds malditos. (hoy por Jorge Gómez, pero también por todos quienes murieron injustamente)
Roxana Arazi
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