ENTREVISTAS 20 de junio de 2019 |
Biblioteca Popular Sarmiento, parte del ADN de Bariloche |
El principal espacio de actividades culturales de Bariloche atraviesa “una de las más profundas crisis económicas de los últimos años” .
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En una ciudad que tiene una población estable aproximada de 150.000 habitantes y que es además un destino turístico internacional al que arriban visitantes del mundo entero durante todo el año, no solo ansiosos de disfrutar paisajes naturales únicos sino también de realizar distintas actividades y conocer la idiosincrasia de su gente, imaginar que el espacio físico para la cultura es un problema histórico, resulta no solo increíble, sino hasta doloroso. Así es Bariloche, asentada en uno de los retazos más maravillosos del Parque Nacional Nahuel Huapi, pero en el que queda poco espacio para sus artistas. Queda, decimos; sin embargo lo correcto sería expresar en el que le dejan poco espacio a sus artistas. Pese a que sí existe una sala de teatro privada y distintos lugares que los propios gestores culturales deciden instalar, con gran esfuerzo, para poder trabajar, la ciudad de Bariloche no posee un teatro municipal y/o provincial propio para que habitantes y turistas disfruten de la gran agenda de espectáculos producidos de entre sus artistas o arribados desde cualquier otro lugar. Tampoco posee un Centro de Congresos y Convenciones que pueda cumplir la función de nuclear esas expresiones artísticas al menos en sus ratos ociosos. Pero lo que sí posee Bariloche, es deudas eternas… Ante ese panorama, es correcto afirmar que existe en la ciudad un único lugar emblemático y que está en la piel misma de los habitantes de esta ciudad, casi como formando parte de su ADN; y que lo hacen propio sin importar el tiempo que lleven habitando aquí. Se trata de la Biblioteca Popular Sarmiento y Usina Cultural de Bariloche, ubicada en el conjunto arquitectónico del Centro Cívico, y cuya Comisión Directiva - un grupo de vecinos que trabaja prácticamente sólo por amor -, es presidida por Gonzalo de Estrada, uno de los hijos de quien dejara esa impronta en la postal, el arquitecto Ernesto de Estrada. En Café a la Turca del miércoles 19 de junio pasado, De Estrada hijo, brindó detalles de la crítica situación por la que atraviesa el tradicional espacio para la cultura de Bariloche, tras el incumplimiento reiterado de los pagos que, por Ordenanza municipal, debería efectivizar el Departamento Ejecutivo. Para los miembros de la Comisión Directiva, y en consonancia con lo que afirman socios y amigos de la biblioteca de Bariloche, se trata de “una de las más profundas crisis económicas de los últimos años”. Cada vez resulta más complicado hacer frente a las obligaciones económicas mensuales que, aunque incluyen solo tres puestos de trabajo permanentes, requieren de fondos permanentes para las tareas de mantenimiento del edificio, principalmente en cuestiones de seguridad. Algo tan básico, pero imprescindible y obligatorio, como es mantener vigentes los matafuegos reglamentarios, hoy no ocurre y se necesita, sólo para su recambio una inversión aproximada de 200.000 $. La Biblioteca/Teatro/Usina Cultural es una institución sentida por la comunidad de Bariloche y todo lo que allí ocurre se celebra o, como en este caso, duele. Por eso, inmediatamente conocida la situación económico financiera, fue también la comunidad la que puso su voz. Una interesante campaña, “Prestale tu voz a la Biblioteca” hizo que muchos vecinos y vecinas, principalmente vinculados al quehacer cultural de Bariloche, dejaran su mensaje de solidaridad grabado y lo compartieron en las redes sociales. A la par la institución lanzó una campaña para captar nuevos socios y, de esa manera, no solo lograr concretar el mantenimiento que requiere un edificio de las características de la Biblioteca Sarmiento, con mucha madera, tejuelas y que cumple 93 años, sino para impedir que se pierdan esas pocas fuentes de trabajo de quienes, como expresa orgullos De Estrada, “tienen siempre puesta la camiseta” de la Biblioteca. Como si el incumplimiento de la Municipalidad no fuese suficiente y con una inflación acumulada en Argentina en el último año del 55,8% (INDEC), la biblioteca y usina cultural, cuyo principal fin es social, solo pudo aumentar su cuota - prácticamente simbólica - en un 20 %, pasando de 80 $ a 100 $. En estos tiempos la Biblioteca tiene 2000 socios, pero no todos pueden mantener su cuota al día, ya que los usuarios tampoco están exentos de la crisis por la que atraviesa gran parte de los argentinos y en estos tiempos, acotó el Presidente de la Biblioteca, “lo primero que se recorta justamente son las actividades culturales”. Días atrás la situación se dio a conocer públicamente. Horas más tarde, la Municipalidad canceló parte de la deuda al destrabar un pago de 317.000 $ por el período abril 2017 hasta marzo de 2018, lo que fue anunciado como “pago de subsidio” a la entidad, pese a que - como explicó Gonzalo De Estrada - “no es un subsidio, sino lo que corresponde por ordenanzas y convenios vigentes que tenemos con la Municipalidad de San Carlos de Bariloche y el área de Cultura de Rio Negro. En las últimas horas, posteriores a esta entrevista, trascendió que el Municipio convocó nuevamente a las autoridades de la Biblioteca Popular de Bariloche. Y si bien aún no fue confirmada oficialmente la cancelación total de la deuda, fue la respuesta inmediata de la comunidad, cuando supo que la sala emblemática de la ciudad podía cerrar sus puertas, la que llevó tranquilidad y demostró que se hará lo imprescindible para impedirlo. Porque si como supo escribir Julio Cortázar "la cultura es el ejercicio profundo de la identidad", lo que está en peligro no es sólo un espacio físico....
Roxana Arazi https://araziroxana.com.ar/nota/101/refuncionalizacion-del-centro-civico-de-bariloche?
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