La situación de las futuras y futuros docentes de Bariloche no es sencilla de describir. Como no lo son muchas otras. Pero  en este caso se agrava quizás porque el gobierno provincial pareciera ignorar que el Instituto de Formación Docente Continua (IFDC) forma parte del circuito educativo de la ciudad y que en pandemia muchos han perdido sus fuentes de ingresos y  no solo no pueden sostener el gasto que implica cursar en esta virtualidad obligada, sino que ya no tienen con qué abonar alquileres, servicios y ni siquiera alimentarse o calefaccionarse.

Esta complicada historia de vida que se repite en muchos hogares ha generado, en el caso del  IFDC, que gran parte de los alumnos y alumnas se hayan visto obligados a abandonar la carrera pese a los esfuerzos que docentes, directivos y hasta los pocos compañeros que aún pueden continuar sus estudios, realizan para acercarles un bolsón de comida o algo de leña para sobrellevar el invierno patagónico.

Asi y todo, el silencio de las autoridades del gobierno de la provincia se ha vuelto respuesta.

Roxana Arazi