ENTREVISTAS 21 de agosto de 2021 |
"Uno puede envejecer escribiendo" |
Entrevista a María Teresa Andruetto, en exclusiva para Café a la Turca. Escuchar acá:
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María Teresa Andruetto es una de las escritoras argentinas que ha logrado ser paciente, como pocos, para poder ver sus obras publicadas. Nunca le preocupó. Quizás porque en su fuero más íntimo sabía que ese día llegaría, pese a que se encarga de aclarar que para ella “era impensado”. “La Tere”, como la llaman afectuosamente no sólo en su círculo íntimo sino aquellos que admiran sus obras, logró que se publicara su primer libro recién cuando asomaban sus 40 años de edad. Hoy tiene 65 años y cuenta en su haber con gran cantidad de libros del género narrativo para adultos, niños y jóvenes; antologías; ensayos y poesías y ha obtenido numerosos premios y menciones, dentro de los que bien vale destacar el “Hans Christian Andersen”, el Premio Bianual de Literatura Infantil más reconocido del mundo, convirtiéndose en la segunda hispanohablante en la historia en ganarlo. Hasta ese momento, año 2012, solo había sido merecedor del mismo el autor español José María Sánchez-Silva (Marcelino, pan y vino) en 1968, compartido con su colega alemán James Krüss. Y en Latinoamérica, solo Brasil lo había obtenido en dos ocasiones (Lygia Bojunga Nunes, 1982, y Ana María Machado, 2000). Esta reseña escrita por el "Profe" Roberto Szmulewicz, colaborador permanente de Café a la Turca y de este portal, fue suficiente disparador para querer volver a dialogar con "La Tere", María Teresa Andruetto, quien en la primera entrevista de Café a la Turca, allá por mayo de 2019 (https://araziroxana.com.ar/nota/218/maria-teresa-andruetto-entre-la-escritura-y-el-conejo-al-vino-tinto) ya nos había dado una inmensa lección para reafirmar o para animar a quienes tienen dudas, que para leer y/o escribir no hay tiempos ni edades; que cualquier momento de la vida es óptimo para disfrutar de una buena lectura, tanto como para dar rienda suelta al deseo de escribir. "Uno puede envejecer escribiendo”,confirma. Y por si fuese poco ese empujón que da para poder animarnos a la escritura si así lo deseamos, aporta un dato que no es menor: "No todas las formas de la creatividad permiten eso, o no todas las actividades, ya que algunas necesitan que uno sea joven, pero en esta nos da un tiempito". Conversar con María Teresa Andruetto, aún por teléfono y a más de 1600 km de distancia, se vuelve diálogo amoroso, caricia al alma, casi como un manto de esperanza. Y más aún en tiempos de pandemia por Covid-19 en donde las almas vamos boyando en búsqueda de algo que nos asegure que pronto pasará y que todo estará bien. Asegurar es algo ambicioso… Es miércoles. Son las 18.20 aproximadamente y en Bariloche la tarde de un invierno tardío se hace sentir. Distinto al clima de Cabana, vocablo que proviene de cahuana y que significa mirador, a pocos km del Valle de Unquillo (Córdoba), donde reside María Teresa. Transcurre la entrevista. Hay muchas preguntas, respuestas claras, risas, ganas de conversar más tiempo que el que permite un espacio radial. Hay deseos de sentarse a su lado y que “La Tere” hable, que cuente, que nos empape de esa calidez que se percibe en sus libros y en su forma de ser amorosa al momento de dialogar. Para esta mujer que esperó ver su primer libro publicado a los 40 años de edad, escribir es "la búsqueda de una palabra propia, de una forma de decir, porque si uno busca una forma de decir lo propio, más allá de que uno publique o no, o que eso tenga más o menos repercusión, si uno encuentra una forma, de algún modo se produce un proceso de autoconocimiento" y "permite también desarrollar el pensamiento acerca de la propia vida, del contexto" lo que asegura "tiene muchas repercusiones personales". Pero Andruetto no solo escribe apasionadamente. Con ese mismo sentimiento se refiere a muchos colegas y a sus obras. "Yo me apasiono con la lectura, con ciertos autores que me encantan y me olvido del mundo". Y también lee todo el material que le llega de obsequio, ya sea como una cortesía de los autores o para pedirle su valiosa opinión. "Leo mucho, y siempre siento que no estaría leyendo lo suficiente porque recibo muchos libros de regalo, que me mandan poetas, narradores, editores; los leo, siempre tengo una pila en espera y siempre buscando cosas nuevas, distintas. Luego están los libros que yo compro porque tengo un interés particular en una u otra cosa. Ahora, por ejemplo, he estado leyendo muchísimas novelas para el concurso de novelas editadas “Sara Gallardo” que estamos fallando en estos días. Son novelas escritas por mujeres publicadas en los dos últimos años. Leo mucho, leo también virtual" cuenta. "Nunca entendí la escritura, ni la lectura, ni la docencia como algo aislado del mundo" comenta cuando le consulto sobre su discurso en el cierre del VIII° Congreso Internacional de la Lengua Española (Córdoba - Argentina - marzo 2019) en donde podría decirse que interpeló a las principales academias de la lengua (https://araziroxana.com.ar/nota/183/y-nada-que-agregar), como por ejemplo cuando ni bien comenzó su alocución aclaró que agradecía que le permitieran estar presente a pesar de cuestionar que se hubiese convocado a un “congreso de lengua española”, cuando "para nosotros, para nuestro sistema educativo, la academia, la alta cultura y la cultura popular, esta lengua en la que aquí hablo, siempre ha sido la lengua castellana". “La lengua, es un lugar de desobediencia, de disenso" afirma, y para esta inmensa narradora de historias, "el lugar de la palabra es también de interpelación social". Partiendo de eso, la lengua y la lecto escritura, es para “La Tere” un "hecho político". Como la vida misma.
p/Roxana Arazi
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