Tras el asesinato de Elias Garay y el intento de homicidio a Gonzalo Cabrera (quien permanece internado luego de haber sido intervenido quirúrgicamente), el 21 de noviembre pasado en la Lof Quemquemtrew (Cuesta del Ternero / El Bolsón - Río Negro), académicos, investigadores, docentes, becarios y autoridades del Instituto Patagónico de Estudios de Humanidades y Ciencias Sociales dependiente de la Universidad Nacional del Comahue y del CONICET (IPEHCS-CONICET-UNCo), emitieron una declaración pública (*)  a través de la cual expresaron su "solidaridad con las familias y seres cercanos" de las víctimas y reclamaron "investigación, esclarecimiento de estos hechos y justicia" para que se identifique y castigue a los verdaderos responsables de este hecho.

En este programa Walter Delrio - quien en su rol de historiador e investigador  tiene numerosas publicaciones sobre los genocidios contra los pueblos originarios -, se refirió al accionar de "funcionarios públicos que han alentado acusaciones hacia la población mapuche desconociendo todo marco legal e instalando la sospecha antes que cualquier investigación judicial sobre distintos tipos de vandalizaciones".

Tras hacer un recorrido por la historia, signada por "los genocidios que se consumaron siempre para el establecimiento de lo que se llamaba una nueva sociedad o una sociedad mejor", que pretendían conformarse "sin determinados grupos sociales, sin determinadas minorías a las que percibían como problemáticas y amenazantes", y sobre las que "los estados accionaban medidas para acallarlos, silenciarlos y eliminarlos", Delrio apreció que "estas expresiones de racismo, discriminación y odio que hay actualmente en nuestra sociedad", como entonces, también son "agitadas" por algunos sectores que necesitan depositar en las comunidades la responsabilidad de sus males para quedar eximidos de sus propias responsabilidades. "Eso - apuntó - lo único que genera en las sociedades son heridas", porque los agitadores "ponen el dedo en el prejuicio para extenderlo y hacer que la gente sienta que eso que le está picando en la piel, interfiere en su identidad nacional".

Sin embargo opinó que "todos somos responsables de alguna manera" si no hacemos nada por "conocer la verdadera historia" y nos prestamos - como sociedad - a "seguir alimentando e inflando prejuicios  sobre los pueblos originarios y particularmente con el pueblo mapuche".

Para Walter Delrio hay determinados sectores del poder político y económico que insistentemente y con objetivos claros y palabras precisas pretenden "identificar a la población mapuche como responsable de cualquier hecho de vandalismo", logrando así generar estas brechas que hoy, de no mediar un estado que contemple las diversidades en todas sus formas, seguirá agrandando estas heridas sociales que solo favorecen a los mismos sectores que las provocan.

* "La responsabilidad es absoluta cuando se construyen diferencias sociales desde estereotipos racistas, cuando se criminalizan las demandas genuinas y cuando se construye y utiliza a un supuesto enemigo interno respaldando intereses de particulares. Nuevamente, se construyó el fantasma de la violencia atribuida a una parte de la sociedad cuando las armas y la violencia fueron ejecutadas o bien por las fuerzas de seguridad o por la liberación adrede de espacios que debían resguardar. Así se cobraron las vidas de Rafael Nahuel, Santiago Maldonado, Elías Garay y hoy Gonzalo Cabrera debe pelear por la suya". (Declaración completa del IPEHCS-CONICET-UNCo en: https://ipehcs.conicet.gov.ar/comunicado-del-ipehcs-conicet-unco-justicia-por-elias-garay/

(Notas relacionadas: https://araziroxana.com.ar/nota/155/en-el-pais-del-no-me-acuerdo  / https://araziroxana.com.ar/nota/141/  / https://araziroxana.com.ar/nota/118/sometimiento-de-los-pueblos-pasado-y-presente )

P / Roxana Arazi